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ermanos en la lucha por la restauración de de todas las cosas en Cristo, dejad a todos estos maestros cantores y pensad sólo en aquella sentencia de Mao en relación a diálogos, componendas y concesiones:
"Debemos apoyar todo lo que el enemigo combata y oponernos a todo lo que el enemigo apoye".
n el Foro Santo Tomás Moro, la participante Sursum Corda comentaba la respuesta despectiva de un sacerdote: "Ya veo, vosotras sois de los jóvenes esos que si viene una guerra iréis gritando viva Cristo Rey".Sí, Padre, somos de ese tipo de idiotas que, si viene una guerra, iremos a luchar y a morir para salvar el culo a curas incluso más cobardes y traidores que usted. Somos así de gilipollas.
o que voy a decir va a provocar revuelo, pero lo digo.
A mí la sentencia me parece casi correcta (casi, porque lo de "abusivo y malicioso" es intolerable). Me explico: personalmente creo que el insulto entra dentro de la libertad de expresión, y que una sociedad en que hace falta hacer del insulto una figura penal es que está realmente flácida. Las bocas no se cierran con las leyes, sino con las manos. Cuando el insulto es figura penal ya se sabe que su aplicación será ideológicamente selectiva.
Si uno entra en una mezquita en Pakistán y, con un megáfono, depone sus residuos en la meretriz que parió a Mahoma, no hace falta ningún procedimiento jurídico para que la sanción social se ejecute inmediata, feroz y fulminantemente. Es más, donde la vitalidad moral de una sociedad opera así, no hacen falta leyes, mientras que cuando tal vitalidad no existe, no hay ley que impida nada (véase el caso Rubianes).
Si Leo Bassi estuviese de baja definitiva por una paliza que lo hubiese dejado tetrapléjico, el próximo gilipollas de su cuerda se iría a hacer el payaso a Dinamarca.
Y que conste que no estoy acusando a nadie de "no hacer nada", simplemente hablo de sanción social.
Malcontent
el 8 de mayo de 2007
