l manifiesto de la Santa Alianza empezaba: "En Nombre de la muy Alta e Indivisible Trinidad..." Un crac, el Alejandro.
Las pelis de Sissi (reconozcámoslo) son una cutrez del quince. Pero hay una buenísima novela de Joseph Roth, "La marcha Radetzky". Roth, judío perseguido cuya mujer fue eutanasiada por los nazis, se convirtió al catolicismo y reivindicó la monarquía austro-húngara y un Imperio católico germánico. Es verdad que lo mató el alcohol, pero eso también me acabará pasando a mí y no por ello dejo de ser un tío estupendo.
Malcontent
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